Ejercicios para la incontinencia urinaria
Ejercicios Para La Incontinencia Urinaria – La incontinencia urinaria puede afectar a tu día a día, pero en la mayoría de los casos puede mejorar con un entrenamiento muscular específico.
Los ejercicios para la incontinencia urinaria están orientados a fortalecer los músculos del suelo pélvico, responsables de sostener la vejiga y controlar el flujo de orina.
En esta guía aprenderás qué ejercicios hacer, cómo hacerlos bien y cómo integrarlos en tu rutina para recuperar el control de la vejiga y reducir la pérdida involuntaria de orina.
¿Por qué los ejercicios ayudan a la incontinencia urinaria?
La incontinencia urinaria es un problema común asociado con el debilitamiento de los músculos del suelo pélvico. Estos músculos, junto con la vejiga y la uretra, son los que controlan el flujo de orina.
Al fortalecer estos músculos con práctica regular, mejoras la capacidad de contraer y relajar la zona y reduces los escapes. Esto puede ayudar a fortalecer el control y mejorar tu calidad de vida.
Beneficios en pocas palabras
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Menos pérdida de orina en esfuerzos (tos, risa, deporte).
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Mayor resistencia de los músculos que controlan el flujo.
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Recuperación más rápida tras parto o cirugías.
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Mejor control de la vejiga en el día a día.
Cómo encontrar los músculos correctos para
Antes de empezar, localiza los músculos que controlan el flujo de orina. Un truco útil es intentar detener el flujo de la orina a mitad de la micción (solo para identificar; no lo uses como ejercicio habitual).
Lo ideal es aprender con un fisioterapeuta de suelo pélvico: te enseñará a contraer y relajar los músculos de forma correcta, sin compensar con abdomen ni glúteo y con una respiración fluida.
Señal clave: al contraer, notarás un cierre y elevación interna alrededor de la uretra y, en mujeres, de la vagina. Al relajar, vuelve la sensación de reposo.
Ejercicios de Kegel para la incontinencia urinaria
Los ejercicios de Kegel son la base del entrenamiento. Consisten en contraer y relajar los músculos del piso pélvico para fortalecer su fuerza y resistencia.
Rutina inicial (4–6 semanas)
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Contrae los músculos del suelo pélvico como si quisieras evitar el paso de la orina.
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Mantén la contracción 5 segundos.
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Relajar los músculos 5 segundos.
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10 repeticiones por serie, tres veces al día.
Progresión
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Sube la contracción hasta 8–10 segundos y añade 10 contracciones rápidas.
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Practica tumbada, sentada y de pie para educar el patrón en distintas posturas.
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“Kegel funcionales”: contrae justo antes de toser, reír, levantar peso o saltar para proteger la vejiga (técnica “anticipatoria”).
Constancia = resultados. Los ejercicios de Kegel pueden ayudar si eres regular. Suelen notarse cambios a partir de 6–8 semanas.
Ejercicios para principiantes (control y conciencia)
Si te cuesta activar la zona, empieza con estas variantes:
Respiración + activación suave
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Inhala por la nariz relajando abdomen y suelo pélvico.
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Exhala por la boca y contrae suavemente el suelo pélvico (como cerrar y elevar).
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8–10 ciclos respiratorios, 1–2 veces al día.
Contracciones lentas
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Activa al 30–50% de tu fuerza, mantén 5 s, relajar los músculos del suelo 5–8 s.
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8–10 repeticiones, 1–2 series.
Contracciones rápidas
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Activa y relaja de forma ágil (1 s / 1 s).
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10 repeticiones, 2 series.
Recuerda: no aprietes glúteos, muslos ni abdomen. Si dudas, busca ayuda profesional.
Ejercicios más avanzados (resistencia y función)
Cuando controles los básicos:
Endurance
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Mantén la contracción 8–10 s, relaja 8–10 s.
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10 repeticiones, 2–3 series.
Kegel funcional en cadena
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Caminar: activa antes de subir escaleras.
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Gimnasio: activa antes de levantar.
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Impacto: activa justo antes del salto.
Accesorios (en mujeres)
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Conos o bolas vaginales (baja carga) para dar feedback y progresar. Úsalos con supervisión si hay síntomas de la incontinencia intensos o dudas.
Los ejercicios más avanzados convierten tu suelo pélvico en un “reflejo” que se activa en los momentos clave.
Errores frecuentes (y cómo evitarlos)
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Aguantar la respiración o empujar hacia abajo (empuje aumenta la presión sobre la vejiga).
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Compensar con abdomen, muslos o glúteo.
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Hacer Kegel solo cortando la orina en el baño (puede interferir con el vaciado).
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Falta de progresión: quedarte siempre en el mismo nivel.
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Irregularidad: para mejorar la incontinencia, necesitas rutina.
Pista práctica: piensa en “cerrar y elevar” al activar; al relajar, suelta de verdad (no te quedes a media contracción).
¿Cada cuánto hacer los ejercicios?
Una pauta típica es hacer al menos 2–3 series/día de 10 repeticiones (combinando lentas y rápidas). Ajusta según tolerancia y evolución.
Si aparece fatiga o molestia, reduce repeticiones y prioriza técnica. Lo importante es realizar ejercicios con calidad, no solo cantidad.
Señales de que vas por buen camino
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Menos escapes de orina al esfuerzo (incontinencia de esfuerzo).
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Menos urgencia o mejor “aguante” (incontinencia de urgencia).
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Más control al planificar idas al baño (mantener la vejiga organizada).
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Sensación clara de activación y relajar los músculos con facilidad.

¿Y si no mejoro?
Si en 8–12 semanas no notas cambios, o si la pérdida de orina es muy frecuente, acude a un profesional para la incontinencia urinaria.
En nuestra clinica contamos con fisioterapeuta de suelo pélvico que puede valorar tus músculos del piso pélvico, revisar tu técnica, y plantear un plan de tratamiento personalizado (biofeedback, reajuste de cargas, educación vesical, etc.). La fisioterapia guiada puede ayudar especialmente cuando hay varios factores implicados.
Hábitos que potencian los resultados
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Cuida el peso para reducir la presión sobre la vejiga.
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Evita irritantes vesicales (café, alcohol, refrescos) si notas aumento de urgencia.
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Entrena el control de la vejiga con horarios (no “por si acaso”).
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Usa respiración diafragmática para relajar los músculos del suelo.
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En mujeres posparto (incontinencia urinaria después del parto), vuelve a activar progresivamente y con supervisión.
5 consejos clave (para adherencia y resultados)
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Realizar los ejercicios de Kegel a diario; programa recordatorios.
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Técnica primero: piensa en cerrar y elevar; luego relajar por completo.
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Varía posturas (tumbada, sentada, de pie) y situaciones funcionales (tos, risa, levantar).
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Progresión gradual: aumenta segundos, repeticiones y añade funcionales.
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Si dudas, busca ayuda profesional para la incontinencia: detectar compensaciones a tiempo acelera la mejora.
Resumen rápido
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Los ejercicios para la incontinencia urinaria pueden ayudar a fortalecer los músculos del suelo pélvico y recuperar el control de la vejiga.
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Los ejercicios de Kegel consisten en contraer y relajar; empieza básico y progresa.
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Evita compensaciones con glúteo o abdomen y no cortes el flujo de orina como práctica.
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La constancia (6–8 semanas) es la clave para mejorar la incontinencia urinaria; si no hay cambios, consulta.
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Integra hábitos que descarguen la vejiga y la uretra y mantengan estable la presión abdominal.

